jueves, 22 de noviembre de 2012

Perro sin salchicha




Esa tarde Guardiola tenía más hambre que de costumbre. Escudriñó en la basura pero no encontró nada, su estomago crujía, la furia de sus jugos gástricos emulaban una pelea entre dragones lanza fuego, fue entonces cuando decidió ir a su lugar favorito: la calle 4. Allí estaba el papaupa, muy conocido porque preparaba los mejores perros calientes de la zona y había introducido nuevos ingredientes como las papitas y el queso. A Guardiola le gustaba sentarse en la acera y percibir aquel maravilloso olor, el aroma de las salchichas asadas, el pan caliente y las salsas, cerraba los ojos y se imaginaba comiendo un perro caliente con todo.

- Ummm... ¡qué rico güele!

Los olores que se desprendían del puesto de perros calientes del papaupa lo transportaban, Guardiola siempre soñaba con comer uno, aunque sea probar uno, pero un perro caliente era para él un sueño inalcanzable, para comer un perro caliente con todo necesitaba un real.

- ¡un rial! ¡eso ejuna foltuna! Pero un día voy a sé rico y a comé       todos los perros que quiera. ¡Papaupa dame un perro ahí!

- consigue un real y te lo doy.

- ¿y aonde voy a conseguí un rial?

- Ah, no sé, ese es tu problema, el mío es vender los perros.

- ¡Nojó! papaupa, tú si eres...

Pero el olor de los perros solo alborotaba su enfurecido estomago. Guardiola siguió su camino, vagó por las calles del barrio que ya se oscurecía por la llegada de la noche y no encontró nada para aliviar el hambre, un viejo borracho en la puerta de una taguara le ofrció un guayoyo medio frío que el muchacho bebió con desespero.
Ya era tarde y el niño estaba cansado. Recogió unos cartones en un basurero, los llevó al lugar donde acostumbraba dormir y los acomodó como pudo.
Pensó que el hambre tampoco lo dejaría dormir esa noche.

- ¡Maldita sea mi puta vida!

Se acostó boca arriba mirando el cielo oscuro:

- Diojmío otra ve me voy acostá sin comé? ¿no me vajayudá? ¿ah? ¡nojoda!

Resignado se enroscó lo mejor que pudo sobre los sucios cartones para protegerse del frío, de pronto vio algo que brillaba debajo de un carro destartalado.
- ¿y esa vaina qué ej?

Se arrastró hasta el carro y vio una reluciente moneda, emocionado estiró su mano y la alcanzó.

- ¡Coño ejun medio! ¡a comé perro se ha dicho!

Corrió lo más rápido que pudo a la calle 4.

- ¡Si el papaupa ya se fue me mato!

  ¡Coño, nojoda ahí tá!... ¡papaupa vendeme un perro a medio!

- ¡No, si así es! Los perros cuestan un real.

- ¡Coño papaupa no seajasí que tengo medio na má!

- Por un medio te lo vendo, pero sin salchicha.

- ¡Nojó papaupa! ¿sin salchicha?

- Con salchicha cuestan un real.

- Güeno, ta bien pué, dame uno sin salchicha con todo.

Y mientras Guardiola lo miraba impaciente y con los ojos brillando de emoción, el papaupa tomó un pan humeante, lo abrió, le colocó repollo, cebolla, papitas, mayonesa, mostaza, salsa de tomate y se lo entregó.

- te faltó el queso papaupa.

  y por último le puso el queso.

- Toma, es un medio.

Guardiola le entrego el medio y le dio el primer mordisco al ansiado manjar. en su estómago inquieto comenzó una fiesta ruidosa y exultante. Por un momento se olvidó de su vida, del frío, de la noche en las calles, de su cama de cartón, en aquel momento Guardiola era el niño más feliz del mundo.

- ummmmm... ¡qué rico! ¡sin salchicha es mejol y maj barato!

  ¡Cuando sea rico voy a comé puro perro sin salchicha con todo!

Esa noche Guardiola se fue a dormir sin hambre y con una gran sonrisa en su cara sucia y cansada...


Guardiola preparaba su carrito de perros para comenzar otro día de trabajo.

- Sr. Guardiola ¿a cómo los perros?

.- Con salchicha diez bolívares, sin salchicha a cinco.

- ¿Qué? ¿Sin salchicha? Jajajajajajajajaja ¡Qué chimbo!

- ¿Chimbo? Chimbo es acostarse a dormir con hambre.

4 comentarios:

  1. Ay amiga, este cuento me ha encantado! Al ppio pensé que me ibas a hacer llorar, pero terminé sonriendo, mejor dicho, riéndome.
    Quiero el mío con Salchicha, oíte?

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  2. De la angustia a la ternura, de lo gracioso de una banalidad a la impotencia de la realidad más real y cercana de lo que podemos no imaginar, y así. No tengo ánimos de erigirme juez de tus escritos gata, pero según lo veo, éste es el mejor de los escritos que has realizado hasta ahora. Gracias por compartir, un abrazo.

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  3. Me recordaste a Panchito Mandefuá y terminé sonriendo. Graci por la sonrisa!

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  4. Gracias amigos por sus hermosos comentarios.

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